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Cuando comencé en esto de la actuación con 19 años (hago la cuenta por ti, fue hace 29), no tenía material para poder hacer un videobook, que es una de las pocas herramientas que tenemos los actores novatos, y no tan novatos, para buscar trabajo: una especie de curriculum visual. Así que me grababa monólogos (con cámaras VHS), y los editaba con algo de algún cortometraje; luego fui añadiendo anuncios de televisión, alguna otra cosa que pillaba por ahí… No tenía mucho, la verdad, pero lo mismo que cualquiera que estuviese comenzando.

Pasaron los años y, afortunadamente, cada vez tuve más trabajos y más material.

Aquí les voy a ir compartiendo algo, no mucho: una probadita de algunas cosas.

Por ejemplo. El último que hice y que ya tiene unos años y con reto semidiós incluido: no saben lo difícil que es para los actores, a pesar de haber filmado tal o cual proyecto, el que nos den material para usarlo en este tipo de cosas. Antes aún la librabas porque podías comprar la serie o la peli original, o pirata (¡Oh, por dios, dijo pirata. Sí, ¡pi-ra-ta! ¿O es que piensa todo el mundo que todo lo tienen las tiendas oficiales, que todo lo sacan, o que siempre tenemos el dinero?), pero ahora con el streaming ya ni pirata ni de casualidad.

Este un poco más antiguo y que me tardé, en su momento, 6 meses en editar, cuando no sabía hacerlo. Algún día contaré la historia para que te rías un rato.

He hecho medio centenar de cortometrajes, en varios países. En las escuelas de actuación aprendía, en los cortometrajes ponía en práctica lo aprendido e, inevitablemente, me surgían preguntas que trataba de responder de nuevo en las clases o los talleres. Así en un bucle infin... no, menos mal que no fue infinito, ¡imagínate!, (aunque 30 años después las preguntas siguen apareciendo, y también la necesidad de responderlas y de seguir creciendo).

Este cortometraje de aquí abajo es el único que, además de actuar, he producido y dirigido (entre otras cosas para poder cumplir mi sueño de actuar en un western y ser cowboy).

Ahí aprendí, gracias a Jorge Ramírez, que había sido mi director en Meted Hearts (y que en el corto fungió como mi asistente y mentor), que no te tiene que detener el que te falten elementos, o que estos no sean los correctos, o que la lluvia o que esto o que lo otro, y menos cuando no tienes mucho presupuesto: “Soluciona y cuenta la historia “, me dijo con una sonrisa en medio de la nada en Pachuca, Mex. Te acuerdas lo que le dije antes de que la historia es… ¡Pues eso!

Y la conté, como pude y como supe.

Solo que para esta historía, una revisión del héroe en el Salvaje Oeste norteamericano, no estuve solo, sino acompañado por la invaluable actuación de Antonio Monroi, la edición de Juan Gassa, la postproducción y composición musical que hizo, con todo el cuidado y el talento del mundo, Ernie Schaeffer, y un montón más de buenos profesionales.

De lujo, ¿no crees?

De las cosas que más me gustaron de este proyecto era que la podía ver toda la familia (me recordaba al Cine de Sábado de mi infancia en España, toda la manada en el sofá), y lo interactiva que puede llegar a ser. Enseguida te pones a pensar en cómo van a resolver Los Simuladores tal o cual asunto, aunque creo que siempre terminan por sorprender.

Seguro la puedes encontrar, está en varias plataformas, pero aquí te dejo un video (o vídeo) que está bastante entretenido.

Otra de mis preferidas, no solo porque fui soldado socorrista en España unos años, sino también por la oportunidad de ser paramédico en una de las ciudades mas grandes del mundo, CDMX.

Por cómo nos prepararon y por la manera en la que fue dirigida y filmada, te hacía pensar que no estabas actuando. Después de la primera temporada algunos nos metimos a estudiar para paramédicos, aunque por azares de la vida, solo lograron recibirse mis compañeras actrices Rocío Verdejo y Mariana Burelli.

Te dejo el primer capítulo, y ahí mismo puedes ver el resto. Si lo disfrutas la mitad de lo que yo disfruté haciéndola… ya estás del otro lado.

También he participado en videoclips, en España en varios cuando comenzaba (todo era alimento y disfrute para mi ser actor), pero ninguno tan importante como este de Carlos Vives…

O este otro videoclip de la maravillosa Lila Downs, en el que estuvo acompañada por Celso Piña y Totó la Momposina. Ahí no solo tuve la buena suerte de conocer a estos tres tremendos artistas musicales sino que también compartí videoclip y tequilas con los actores Joaquín Cosío y Roberto Sosa.

No tienes ni idea como me gusta coincidir con gente a la que admiro tanto, y no sabes cómo me gusta esta canción.

Me fui a Colombia tres meses a hacer la primera temporada de Cumbia Ninja y me quedé casi tres años enlazando proyectos maravillosos. No solo participé como el villano en las tres temporadas de esta serie, también estuve en Alias el Mexicano, Sala de Urgencias, El Capo, Blunt Force Trauma… Yo, que soy de pueblo y que la primera vez que volé en avión fue a los 26 años (apenas dos meses antes de venir a América), en esos años colombianos usé el avión para ir y venir de México como quien usa el metro para ir a trabajar. Bueno, no tanto, pero mucho más de lo que te imaginas. Para que te hagas una idea… Una tarde terminé de grabar El Capo, tomé un avión en la noche, llegué en la mañana a CDMX, filmé unas escenas para la película La Caridad, pasé el resto de la tarde con mi hijo que estaba pequeño, y luego al aeropuerto a tomar otro avión. Llegué rayando el sol a Bogotá justo para grabar la escena de u megaconcierto con cientos de extras para Cumbia Ninja. ¿Qué tal, eh?

¡Mis batallitas!

Estoy seguro que la puedes encontrar en Fox, pero aquí te dejo el primer capítulo para abrir boca, aunque no salgo hasta el segundo que es cuando la lío.

Sala de Urgencias fue otro de esos proyectos que nunca, ni en mis sueños más chimbas (como dicen en Colombia) me imaginé que alguna vez pudiera hacer. ¿El remake de E.R.? ¡Y como el doctor… ¿el de gafitas? ¿Doctor Greene? ¿Es… en serio? ¡¿DÓNDE FIRMO?!

Te vuelvo a dejar este cortometraje animado del estudio de Spaceboy, por si no lo has visto en el apartado de PROYECTOS. Hice todos los personajes con la tecnología de Motion Capture. Sí, a la mamá también. Sí… ¡también tocar la batería! Aunque eso me pareció tan complicado como hablar…. no sé… ¿francés?

Nicolás Fernández de Moratín escribió hace más de dos siglos que…

“Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;”

Pues yo… algo así, pero con la batería, y eso que mi maestro fue Jonatan Zamora, mi primo pequeño (pequeño por edad, porque mide como 8 metros el chaval), y baterista de la banda de Hardcore Metal, Corrosive.

Para la próxima te hablo de VIVIR SIN PERMISO y de VOLVER A CAER, ¿va?

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