Y no pienses en ningún momento que tengo la razón, o que estoy completamente equivocado. Son solo reflexiones, pensamientos; una mirada —la mía— hacia este mundo en el que vivimos, intentando capturar y expresar con palabras lo que veo, lo que siento, lo que intuyo.
La chica del reflejo triste: Capítulo III
La enorme y sudada mano de un hombre apoyada sobre su hombro. La empuja con suavidad y firmeza. Aitana sabe que, si intentara marcharse, esa